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Por las noches,
en la humedad
de las sombras,
se van abriendo
las flores de
mis prosas.
Les cae el rocío
mientras los versos
quieren escaparse
como rojos racimos.
Es el amor
que las hace florecer
en poesías,
expuestas al viento
y como sin querer
derraman ese sentimiento
que las hace
de día tan hermosas,
tan dignas.
Por las noches
en lo humedad
de las sombras,
se van abriendo
las flores de mis prosas.
Amanece lento, muy lento,
hasta que revienta
su cristal de pétalos
sediento de amar
al sol, al viento...
Oh noche mágica,
noche fantástica,
que hace que
las flores
de mis prosas
se abran a la vida,
germinando cariño
por doquier,
haciendo de los sentimientos
un mágico vergel.
Noche no te retires nunca
de mi jardín nocturno,
no te olvides que estoy
esperando que
de semilla pases a ser
el extraño secreto del mundo.
Haz crecer mi amor
en flor naciente,
haz que pueda querer
cada noche y cada día,
con más y más pasión... siempre...
Sino noche... me agotaré en tu agonía...
Autoría: Raquel Norma Smerkin Roitman
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