sábado, 7 de mayo de 2011

Despiértame de este sueño, lentamente...



Despiértame de este sueño, lentamente...
acariciando mi frente
mientras estoy sumida en la fantasía,
esta será tu misión de amor,
hacer que mi alma se levante
de este mundo de ensoñación...
Que sean golpecitos tiernos,
por los cuales yo me iré alejando
de este mundo ilusorio
 por donde van navegando
las fuertes esperanzas
que guarda mi corazón...
Despiértame a la hora exacta
en que los pájaros ya no hablan,
sino cantan,
en que el mar es un mensajero
de aguas saladas, que me baña,
y desaparezca por arte de magia
toda la agresión...
Espera este momento y no otro,
para despertarme, luego;
murmúrame apenas al oído
todo lo que en él pasa,
hasta que recobre mis sentidos
para volver a introducirme
a este mundo duro y desmedido,
acompañada de tu mano,
así de a dos...
Seré yo misma un sueño viviente,
recordando aquellas fuentes
en donde se empapaba
de amor mi corazón...
Despiértame, sólo tu
llévame al lugar más cálido
de este mundo amargo,
en donde podamos vivir
una vigilia llena de profunda pasión...
Aún estoy sumida en el letargo
de los besos y las caricias
que en el otro mundo me has dado,
los traeré todos apretados en mis brazos
para poder luego de salir del ensueño,
disfrutarlos en este real espacio,
para concretar la verdad de
nuestro amor...
Despierta despacio, a mi alma
y a mi corazón, vivamos el amor...
Autoría: Raquel Norma Smerkin Roitman

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