martes, 17 de mayo de 2011

Desde muy niño...

Desde muy niño,
tragué sentimientos,
tragué palabras
que nunca pronuncié,
y sentimientos
que muy bien guardé.
No sea cosa que quede
el estigma de un ser
tan débil,
que mueva a la burla
de los que dicen
que me quieren.
Yo quiero que piensen
que soy tan valiente
que jamás trasunto
todo mi profundo mundo.
Yo tengo prohibido
como mandato divino
a no expresar mis sentimientos
aunque mi corazón
de dolor lata
y me este de pena muriendo.
Lo mismo cuando siento
tanta felicidad
me la guardo porque
no la puedo dar a volar.
Tengo en mi alma
tanto pero tanto miedo,
al ridículo, al absurdo,
a quedar como un
señor inmaduro,
que finjo, que escondo
los sentires más hondos,
esos que hacen que
el espíritu rebalse
de dolor o felicidad.
Desde muy niño,
aprendí a guardar
todo el cariño sentido
que tengo para dar,
no sea que quede
como un hombre tonto,
que se estremece
cuando se siente
tan vulnerable
como un clavel
flotando en el aire.
Desde muy niño...
Desde muy niño...
aprendí a callar
lo que el corazón
tiene para estallar...
Autoría:  Raquel Norma Smerkin Roitman


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