Me hubiera gustado
fundirme en el lecho
profundamente desarmada,
que salieran los
trozos de mi alma,
desde una abertura
del corazón.
Me hubiera gustado
dejar todo en un instante,
luego recobrarlos
entre suspiros y
calientes caricias,
para recuperarme
más tarde, en mi propia pasión.
Me hubiera gustado
perder todo y escaparme
tan sólo por un momento
para sentir en mi rostro
el aire ardiente en mis mejillas
enloquecidas y divagantes.
Me hubiera gustado
dejar de ser completamente
y luego recogerme
satisfecha y calma,
para sentir que hay un lugar
de paz para mi alma visionaria,
en el cual se regodea
un espíritu inquieto y apasionado,
que no puede despojarse
de sí mismo
para vivir sin vivir,
ese instante en que muere
una parte de mi,
para poder dejarse morir
en ese amor apasionado...
Como me hubiera gustado...
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