sábado, 14 de mayo de 2011

De lo que nunca me arrepentiré...

De tratar de ser yo
en ese encuentro único,
de disfrutar cuando
las palomas comen
las miguitas que les doy,
de sentir como me acaricia
el sol,
de pasear por las playas
descalza de prisa y a veces
con una sútil nostalgia,
de llorar sobre los sentimientos
que duelen en el pecho,
de amar aún sabiendo
que no recibiré ese amor
de vuelta, hacia mi alma.
De ocuparme de las cosas
que realmente me interesan,
de no prestar atención
a las críticas que no saben
de mi casi nada,
de los juicios precipitados
a los que no les hago caso
y escucho siempre por ahí.
De seguir el camino
que elegí,
aunque parezca absurdo,
inútil, poco rentable,
porque no me llenará
los bolsillos más que
de dignidad.
A dialogarme siempre
cuando me encuentro
esperando mi voz
que repercuta en mi corazón.
A tratar de cumplir mis deseos
que son tantos,
aunque parezcan alocados.
A darme entera aunque
todo lo pierda,
a atraversarme en el amor
porque es el sentido
que busca mi espíritu.
A parecer antigua romántica
que sólo quiere sentir profundo,
a percibir las cosas más
brillantes que en este mundo,
lucen detrás de todo aquello
que hace estorbo,
todo aquello que si faltara
contribuiría para hacer
más claras nuestras almas.
De lo que nunca me arrepentiré
es de ser como soy...
Autoría: Raquel Norma Smerkin Roitman



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