jueves, 19 de mayo de 2011

A D I O S...

Adios es una palabra que no tiene ni lugar
ni tiempo,
Adiós se me anuda
en la garganta,
con su agrio sabor
a destierro...
Estoy escuchando
sus sonidos,
en mi alma,
emerge una melancólica
nostalgia,
porque Adiós ya no es
una de las tatas formas
de expresión,
Adiós, es el éxodo,
es el holocausto
del corazón.
Se percibe con su
cruel presencia
a eternidades negadas,
a noches largas
de pesadillas vagas,
Adiós es un veneno
para el alma,
una existencia dolorosa
de mirada drástica.
Me miran los recuerdos,
me persiguen
pasajes de mi infancia,
fueron tantas despedidas
no queridas,
fueron tantos adioses
que hasta a Dios iban,
ninguno de esos
renunciamientos, volvió,
fueron en verdad
adioses encubiertos,
que huyeron de mi amor,
dejándome el espíritu seco
de alegres llegadas.
Así quedé despoblada
de matices nuevos,
vagabundeaba
para encontrar,
bienvenidas de sentimientos,
que a los viejos sentires perdidos,
pudieran compensar.
Adiós,  ya es hora de que
me comprendas,
ya es hora de que no vengas
a tirarme por la cara
tu despropósita acción,
no quiero ya más pérdidas
para mi alma
que dejen un agujero de adioses
en mi corazón...
Imagina mi mente ilusionada
ver volver a todos esos adioses
en caravana, verlos llegar
para llenar mi alma
de la presencia de aquellas
emociones robadas,
que me dejó la palabra A D I Ó S...
Si fueras tan sólo una palabra,
que ilusa de pensarte tan frugal,
eres la negación de la búsqueda
del amor...

Autoría: Raquel Norma Smerkin Roitman


No hay comentarios:

Publicar un comentario