sábado, 21 de mayo de 2011

Donde pongo mi piel, con ella va mi alma...

Por donde ande mi cuerpo
por donde caminen
mis células,
mi alma irá con ellas...
No conozco ni un sólo
movimiento de amor,
en el que no exista
esa convulsión interna,
en donde toda mi piel
sea parte de mi ser
interior...
Por donde anden mis
manos, mis labios,
mis brazos, mi sangre,
mis venas,
irán acompañadas
de esta alma
que siempre habita
mi pasión y mis ganas.
No hay tiempo ni lugar
para un amor eterno,
no hay momento ni
ocasión en que
no surjan los besos
sin la entrega
del corazón...
Y si por alguna razón
superflua,
no existe esa entrega,
si mi piel no acompaña
esa caricia plena,
esos besos enamorados,
mi alma no se olvida
de lo que siente por ti,
mi alma está expectante,
tan viva como mi sentir.
Donde pongo mi piel,
con ella va mi alma...
pero si mi piel no está
impresa en la tuya,
ten seguro
que mis sentimientos
eternamente perduran.
Te amo tanto,
que aún sin tocarte,
sin verte,
sin abrazarte,
sin tenerte
mis emociones son tuyas,
mi piel te la regalo,
mis besos, mis caricias,
ya están dadas
aunque no las he dado...
Siempre mi alma
a pesar de todas las
circunstancias
del tiempo y del espacio
te seguirá amando...
A fuego lento, más allá
de cualquier revolución
circunstancial del tiempo,
te tengo gravado
muy dentro de mi pecho...
Autoría: Raquel Norma Smerkin Roitman



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