viernes, 13 de mayo de 2011


Hay una cabaña silenciosa y lejana... de Raquel Norma Smerkin Roitman Hay una cabaña silenciosa y lejana que me está esperando quietecita, junto a un bello lago, para llegar, armoniosa y tersa a pasar mis últimos años. Ese lugar está en mi alma, deseo ferv ...ientemente reposar mi cordura, hasta que la muerte venga y sin premura, lleve mi ser hacia su morada. En ese lapso de tiempo en el cual mi corazón gozará plenamente del tiempo que para morir le falta, llenaré las páginas de mi espíritu con los textos más sentidos, armonizaré por fin con mi ser, hasta convertirme en un tenue suspiro que siempre quiere nacer. En esa cabaña inventada por mis profundas ansias, construiré una escalera larga, que lleve mi gratitud hacia el cielo, para agradecer a la creación todo lo que me ha dado con tanta generosidad y devoción. Paso las horas imaginando mi vida en esa cabaña, al rededor mío toda la vegetación y por dentro de mí, la inmensa magia que hace que el corazón lata emocionado, llore de alegría, sufra, grite, se desespere por brindar amor y más amor, cada minuto de la vida... Autoría: Raquel Norma Smerkin Roitman

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