No serán unas manos, serán tus manos...

No serán unas manos,
serán tus manos,
no serán unos labios,
serán tus labios,
no serán unos ojos,
serán tus ojos,
no serán unos pasos,
serán tus pasos.
Y así infinitamente
puedo nombrarte
todo lo que no será,
porque no serás tú...
Si no eres tu
ese que me toca,
con sus manos,
que me besa
con sus labios,
que me mira
con sus ojos,
que me sigue
con sus pasos...
Todo morirá
en el ocaso de
mi deseo inconcluso,
de mi ser sin ti,
obtuso y abrupto,
por no encontrar
tu medida exacta
más que en ti mismo,
por no poderte amar
a ti, solamente a ti...
No me conformaré
con un reemplazante,
prometo salir a buscar
tus manos, tus besos,
tus ojos, y tus pasos,
por todo el universo,
hasta dar contigo,
hasta dar con tu alma
y cuerpo dispuesto
a mi alma y cuerpo ensamblar
por toda la eternidad.
Autoría: Raquel Norma Smerkin Roitman