Busqué en mis lágrimas
el motivo de mi llanto,
hundí mi alma
hasta el más profundo
sentimiento.
No sabía en realidad
porque lloraba,
una a una iban callendo
por los costados
de mi cara.
Traté de asirlas
y comprenderlas,
su gusto salado
sabía a penas viejas.
Todo un pasado
de tristezas muertas
vinieron hacia mí,
haciendo que me sienta
como un niño maltratado.
Supe con su cactacto
que estaba sedienta
de ternura,
supe al sentirlas
que mi ser necesitaba
desahogarse en su locura.
Busqué en mis lágrimas
las gotas que mi espíritu
derrama,
gotas de sensible emoción
porque nunca sintió saciada
su capacidad de amor...
Autoría: Raquel Norma Smerkin Roitman
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