Como invisible presencia
despliegas tu fuerza,
sin cuerpo tangible
te impones en el aire,
no se te ve,
pero te haces sentir
en forma imponente...
Invisible presencia,
sin voz, sin rostro,
pero con alma,
das tu cuota de amor
como anónimo espíritu
que sólo quiere estar,
silenciosamente
acompañándome.
Invisible presencia...
nunca dejas de ser
ese eter que flota
y nunca me deja sola...
No hace falta buscarte,
junto a mí, siempre
permaneces,
eres como un cielo celeste
que calladamente
cumple su hermosa misión,
de contener con su techo
estrellado o alumbrado,
de amor mi corazón.
Así, invisible y constante
sin medir condición alguna,
te vistes de sol, o de luna,
te transformas en mar o
en río,
te alegras si sonrío,
me cuidas presencia incierta,
para mí no eres
desconcertante,
se que todo lo que veo
es una pequeña parte,
de la existencia.
Invisible presencia,
sigues demostrándome
que no te veo con los ojos
pero te siente mi alma
cuando con tu cariño
quieres besarme...
Autoría: Raquel Norma Smerkin Roitman
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