iba dormitando y cansada,
ya era tarde pero,
me detuvo al paso
un gran medallón de porcelana
que se había hecho dueño
del cielo nocturno,
y de él omnipotente colgaba...
Era desmesurado y suave,
era de un blanco profundo,
con sinuosos trazos
que simulaban un mapa...
Iba camino a la alcoba,
ya no iba sola,
me seguía la luz de la luna,
tan bella y majestuosa...
Qué luz poderosa irradiaba,
qué penetrante brillaba
que a mi ser encandiló
tal como embrujado
por una lámpara mágica...
Iba camino a la alcoba
llevándome entre mis brazos
la esplendorosa potencia
de la luna toda...
Autoría: Raquel Norma Smerkin Roitman
Hermosa imágen de la luna Utopías, muy agradecida.
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