Ser poético

Se atreve, por sobre todas las cosas...
se atreve, a ser... luego...
se acerca, se une, se consubstancia.
¡Oh cómo lo esperaba!...
esperaba que se incline dulcemente,
y se adhiera a mis otras caras...
Que se haga parte y totalidad
de mi esencial substancia...
Se deslizó y profundamente
empezó a penetrarme,
llenándo todos los vacíos del alma...
¡Escúchalo!...
¡oye como hace latir mi corazón
mientras las musas lo acompañan!...
Si vieras cómo coronó al espíritu,
lo hizo magestad absoluta,
y en su nítida expresión de amor,
soltó los sortilegios, bendiciendo...
el poder del propio y verdadero yo...
Se acerca, se une, se consubstancia,
me baña de luz, en su paso
seguro y lento...
tiene en su rostro inspìrado,
la piel del silencio...
A veces está tan callado
que me inquieta su letargo,
cuando necesita del lenguaje
le pide a los sueños, de rodillas,
como implorando...
que le cuenten ese cuento
en donde las fuentes
de aguas mágicas,
en su fluir revelen
las fantasías que encierran,
las verdades ancestrales de los tiempos.
Arquetipos de fuego y aire,
de tierra, de agua,
de amor y sabidurías  salvajes,
Arquetipos intrínsicos, arcaicos,
que mi ser poético extrae,
convirtiéndolos en poesías,
dándole poemas al lenguaje...
Mi ser poético se rinde
ante tanta belleza, ante tanta creación...
y sigue su cauce...