Vivir por amor,
alimentarse con la savia
esencial de la vida,
crecer enamoradamente llena
de los sentimientos
de agua, tierra, fuego y aire...
Vivir por amor,
degustar por las mañanas
a la naturaleza y hacer
de cada hoja, de cada estrella
un mensaje de paz...
Vivir por amor,
respirando hondo, profundamente
hasta que los pulmones se llenen
de los aromas de la vida...
aromas que laten continuamente,
aunque a veces huelan
un poco mal...
Vivir por amor,
esculpir con nuestro propio barro
y modelarnos a cada día,
suavizando los contornos que
con su rústica imagen,
caen en la superficialidad...
Vivir por amor,
dando a cada cosa su
exacto valor,
evitando perder el archivo
del espíritu, de los sentimientos.
Sentir, siempre sentir
el placer de estar aquí,
actuando, contemplando, amando...
Vivir por amor
cocinando los mejores platos,
adornando la mesa que espera
a los comensales que disfrutarán
de todos estos manjares
que la vida apetece probar...
Autoría: Raquel Norma Smerkin Roitman
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