martes, 22 de febrero de 2011

Angel guardián de mi vida...

No se quien eres,,
pero te siento tan real
como a la misma claridad,
sin embargo
 te mueves entre sombras,
no sombras grises,
sino las que emergen
de entre los rayos del sol...
sombras que guardan su
propio color...
En mi ignorancia me pregunto
si serán las sombras del amor...
No sé bien quien eres
pero veo que abandonarme
no puedes.
me sigues como lazarillo
a todas partes a donde voy,
no me inquietas,
no me molestas...
pero cuán grande es tu labor
al no dejarme
ni en la noche cuando duermo,
ni en la siesta cuando
relajo mi corazón...
De reojo me miras,
tímidamente me proteges,
Serás quizás mi ángel
que enviado del más allá
teje y desteje mi soledad...
Seas quien seas
ya te estoy amando
desde muy niña,
en mi alma
te estoy besando
con la profundidad
que tu labor merece...
Ángel mío, en este
mi poema, he descubierto
tu procedencia e
identidad...
Ángel adorado por las musas,
Ángel guardián
que no discrimina,
que me acepta tal cual...
Sigue tu camino al lado mío,
ya no habrá más preguntas
tan sólo la entrega profunda
hacia tanta providencia de paz...
Ángel guardián de mi vida,
cómo no te percibía
en tantas noches vacías
cuando de repente
me inundaba una gran caricia,
esa que tus manos de luz,
con inmensa dulzura prodigan...

Autoría: Raquel Norma Smerkin Roitman.


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