Me veo obligada a
exilarme de aquel mundo
que antes habitaba,
no tengo senderos,
no tengo patria,
pero si poseo
el alma cargada
de fuertes sentimientos...
Las emociones me piden
que ¡ya basta!
de rendirles cuenta
al corazón...
Me veo obligada a
exilarme de mi propia
sangre, las venas
ya no me pertenecen,
me las prestan las aves...
Este exilio apátrida
no entiende de leyes,
sólo quiere encontrar
su portal, para entrar
y su inquieto espíritu
poder descansar...
Este exilio obligado,
forzado, que aniquila,
tiene la bandera
de la humanidad.
Busca fronteras
que lo asilen,
para poderse armar.
Ser exilado de la
realidad,
ser que quiere encontrar
su patria, su nación,
su lugar,
para festejarse los triunfos
que podría lograr,
para reconocerse dueño
de su autonomía y libertad...
Autoría: Raquel Norma Smerkin Roitman
exilarme de aquel mundo
que antes habitaba,
no tengo senderos,
no tengo patria,
pero si poseo
el alma cargada
de fuertes sentimientos...
Las emociones me piden
que ¡ya basta!
de rendirles cuenta
al corazón...
Me veo obligada a
exilarme de mi propia
sangre, las venas
ya no me pertenecen,
me las prestan las aves...
Este exilio apátrida
no entiende de leyes,
sólo quiere encontrar
su portal, para entrar
y su inquieto espíritu
poder descansar...
Este exilio obligado,
forzado, que aniquila,
tiene la bandera
de la humanidad.
Busca fronteras
que lo asilen,
para poderse armar.
Ser exilado de la
realidad,
ser que quiere encontrar
su patria, su nación,
su lugar,
para festejarse los triunfos
que podría lograr,
para reconocerse dueño
de su autonomía y libertad...
Autoría: Raquel Norma Smerkin Roitman
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