domingo, 27 de febrero de 2011

Corazón preso...

Qué le diré a mi corazón,
cómo lo trataré
luego de sentirlo
...confundido y cansado.
Cómo comprenderé que
está cambiando,
que su brújula
hacia otros horizontes
me está guiando...
Qué haré con sus latidos,
que cabalgan
a mi costado, y
hacia otros confines
me están desviando...
¡Alerta a mis arterias,
hay un corazón en
rebeldía completa!
¡Alerta a la emoción
que hay un corazón
que por vivir su verdad
muere de pena!
Cómo lo tomaré
entre mis manos,
cómo lo consolaré,
como lo liberaré
de tanto temor,
de tanto goce callado...
Cuando lo escuche
en el silencio
de los cobardes,
cuando lo intuya
resquebrajarse,
lo abrazaré fuertemente,
mis manos lo consolarán,
le diré que se desate,
que busque su libertad...
No hay peor esclavitud
que la que uno mismo se da,
un corazón esclavo
del que dirán,
debe soltar sus amarras,
debe latir sin ahogos,
y por los cielos del alma, volar...
Si ves esta noche por los aires
un corazón con alas grandes,
será este corazón preso
que supo encontrar
su ansiada libertad...
Hay que respetar sus sentimientos
y dejarlo batir sus alas,
por todo el universo,
hay que dejarlo con alegría
profundamente respirar...


Autoría: Raquel Norma Smerkin Roitman
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