Te invito a correr
si no puedes con las piernas,
tan sólo con la vista,
correr como por una selva
llena de especies
de animales y árboles
que acompañarán
nuestra travesía...
Como en los mejores cuentos
en que se exponen los
más valiosos sentimientos,
poder surtirnos de vida,
de todos los latidos
de los seres,
sean pasivos, o tengan alma
que los mueve...
Correr y correr
hasta convertirnos en rayos
de sol que se filtran
por entre los ramajes...
Que tu vivas en mi,
yo en vos,
con la naturaleza a cuestas
dándonos su magia,
dándonos su vida y su calor...
Te invito a correr
no sólo con las piernas,
no sólo con la vista,
también con la emoción
por engalanarnos en la vida,
y corriendo bebernos
de un sólo trago,
los aires del amor...

Autoría: Raquel Norma Smerkin Roitman