que no se pueden descifrar,
lo acompañan sensaciones vagas
que no las puedes comprender
ni atrapar...
Son traviesas penas que
van por las venas
de aquí para allá,
se trepan al corazón,
cubren el alma,
y confunden al espíritu
con una molesta inquietud
que te agita, que te irrita.
No las puedes nombrar
porque en cuanto crees
definirlas, te dejan tranquila.
Molestas criaturas
hijas de la soledad,
te llenan de angustia
pero no se muestran
con claridad.
Parientes son de la
inseguridad,
madres de los miedos,
que nacen desde dentro
como maleza inservible
que enturbia al alma,
porque pesan,
porque paralizan,
porque encadenan
nuestra voluntad...
Sentimientos difusos
con ellos me enojo,
discuto, pero nunca
los puede evitar...
Vienen sólos y luego
como pasajeros molestos,
como vinieron se van...
Autoría: Raquel Norma Smerkin Roitman
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