domingo, 26 de junio de 2011

Llenar la vida...

La vida no se llena
como si fuera una bolsa vacía
sin contenido,
la vida no es un hueco
sin contornos definidos,
en donde cargamos
distintos programas
como si fuera una computadora...
La vida no responde
a nuestras consignas
en forma automática,
es ese fluir del existir
de todas las cosas,
es la esencia profunda,
y no virtual de la continuidad...
En el lapso de nacer y morir,
se desarrolla la vida terrenal,
y en su desarrollo natural
está todo lo místico
que en las almas se da...
La vida no es un objeto,
un componente más
de nuestro entorno,
en donde ponemos
como si fuera un cronómetro
las reacciones, las actitudes,
las motivaciones, los enojos...
La vida es lo que nace
de una unión de dos partes,
es el maravilloso aparecer
del existir, en todas sus formas
y niveles...
Ningún elemento tecnológico
podrá suplantar su magia,
ningún dispositivo podrá
significar lo que es en realidad
 el ser de las almas,
que se manifiestan
por esa fuerza generadora,
que ninguna ciencia
podrá alcanzar...
La vida seguirá siendo
ese contenido eterno
del que no se necesita
ningún relleno,
porque su misterioso permanecer,
devenir, ser y no ser,
serán su inmanente condición
de ser lo que es...
Un sublime regalo que Dios
con toda su generosidad,
nos ofreció...
Autoría: Raquel Norma Smerkin Roitman


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