Yo nací amando estar viva,
por ello es que
antes de enamorarme,
ya estaba enamorada...
Mi ser vive en un eterno
romance,
todo es digno de amor,
todo hace que
se ensalce de luz mi corazón...
Es que mi sensibilidad
en tan cara,
que no conoce la indulgencia,
siempre valoré este proyecto
de nacer y morir
con mi alma, y con lo puesto...
Antes de enamorarme,
ya latían mis venas
pero dulcemente,
ya estaba enamorada
de todo lo que significa belleza...
Cómo ignorar el placer
de levantarme cada día,
de oxigenarme con
mi audaz fantasía...
Luego apareciste en mi mundo,
vestido del señor amor,
me encontraste locamente enamorada
del universo y su esplendor...
Cómo no amar al arte,
como no amar,
la búsqueda interminable,
como no amar,
a la naturaleza entera
que se brinda sin tregua...
Cuando me encontraste
en el camino del amor
yo ya había caído en su sortilegio,
porque antes de enamorarme
de ti,
ya estaba enamorada
de la vida y sus secretos...
Sentía si la tristeza
de no tener con quien compartir
semejante dicha de estar viva...
Autoría: Raquel Norma Smerkin Roitman.
por ello es que
antes de enamorarme,
ya estaba enamorada...
Mi ser vive en un eterno
romance,
todo es digno de amor,
todo hace que
se ensalce de luz mi corazón...
Es que mi sensibilidad
en tan cara,
que no conoce la indulgencia,
siempre valoré este proyecto
de nacer y morir
con mi alma, y con lo puesto...
Antes de enamorarme,
ya latían mis venas
pero dulcemente,
ya estaba enamorada
de todo lo que significa belleza...
Cómo ignorar el placer
de levantarme cada día,
de oxigenarme con
mi audaz fantasía...
Luego apareciste en mi mundo,
vestido del señor amor,
me encontraste locamente enamorada
del universo y su esplendor...
Cómo no amar al arte,
como no amar,
la búsqueda interminable,
como no amar,
a la naturaleza entera
que se brinda sin tregua...
Cuando me encontraste
en el camino del amor
yo ya había caído en su sortilegio,
porque antes de enamorarme
de ti,
ya estaba enamorada
de la vida y sus secretos...
Sentía si la tristeza
de no tener con quien compartir
semejante dicha de estar viva...
Autoría: Raquel Norma Smerkin Roitman.
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