Contando lágrimas... de Raquel Norma Smerkin Roitman
La soledad no se mide,
menos aún la soledad
de ti...
...No tengo como calibrar
su intensidad,
no tengo como descifrar
su fragilidad,
sus destrozos son grandes
pero no los puedo cuantificar...
Es que mi alma
ya no ve con esos ojos
que antes miraba,
no entiende de abandonos
morales, sentimentales,
no hace falta que te vayas,
que desaparezcas,
porque ya me abandonaste...
No se puede medir la soledad
que en este desierto de amor
me dejaste...
no puedo amortiguar a mi corazón
que está herido del todo,
y la nada ronda mis emociones,
transformando mis días
en tristes girones solitarios...
No se puede medir la soledad
en la que me dejaste,
porque por más que me tenga
a mí misma,
mi alma no deja de extrañarte.
Extrañar al ser que eras,
con tus mimos,
con tus caricias,
ese que robaba a la primavera
la luz,
para traerla como a un
espíritu con vida...
No se puede medir la soledad...
me quedaré contando lágrimas,
aunque la cuenta termine
en el infinito de mi ser,
y se introduzca un gran dolor
después de darme cuenta
que nunca acaban...
Moriré por ti...
contando lágrimas...
Autoría: Raquel Norma Smerkin RoitmanVer más
La soledad no se mide,
menos aún la soledad
de ti...
...No tengo como calibrar
su intensidad,
no tengo como descifrar
su fragilidad,
sus destrozos son grandes
pero no los puedo cuantificar...
Es que mi alma
ya no ve con esos ojos
que antes miraba,
no entiende de abandonos
morales, sentimentales,
no hace falta que te vayas,
que desaparezcas,
porque ya me abandonaste...
No se puede medir la soledad
que en este desierto de amor
me dejaste...
no puedo amortiguar a mi corazón
que está herido del todo,
y la nada ronda mis emociones,
transformando mis días
en tristes girones solitarios...
No se puede medir la soledad
en la que me dejaste,
porque por más que me tenga
a mí misma,
mi alma no deja de extrañarte.
Extrañar al ser que eras,
con tus mimos,
con tus caricias,
ese que robaba a la primavera
la luz,
para traerla como a un
espíritu con vida...
No se puede medir la soledad...
me quedaré contando lágrimas,
aunque la cuenta termine
en el infinito de mi ser,
y se introduzca un gran dolor
después de darme cuenta
que nunca acaban...
Moriré por ti...
contando lágrimas...
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