martes, 28 de junio de 2011

Duende perdido...

Siempre busqué a ese duende perdido
y nunca pude dar con él,
me parecía verlo asomar
...por entre los árboles,
en los jardines floridos,
más allá de los paisajes...
Siempre busque a ese duende perdido
que apareció tan sólo un instante
el día de mi nacimiento...
Era un pequeñísimo bebé
pero lo recuerdo como
una aparición inconsciente,
lo sintió mi llanto prematuro,
lo amó mi corazón de repente...
Luego no supe más de él,
se retiró para esconderse
no se en qué lugar del espacio
de los duendes,
no se en que rincón del tiempo,
o bien se quedó allí,
en el momento de mi nacimiento...
Siempre busqué a ese duende perdido
del que jamás me olvido,
del que tengo la memoria
de la magia y la esperanza,
lamento que se haya escapado
de mi vida,
lamento que no me haya alcanzado
a tocar la frente, mientras lloraba
mi primer llanto de vida,
con su barita mágica...
Siempre busqué a ese duende perdido
por eso es que adolezco
de una falta interminable
que hace que mi alma renegué lento
por los caminos...
Autoría: Raquel Norma Smerkin Roitman
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