nos dejó, un gran escritor,
Ernesto Sábato, por el cual
debemos brindar
con el mayor de los respetos,
un gran tributo.
Cerca de los cien años,
su alma decidió partir,
hacia el mundo de las letras,
y su cuerpo, aún esta
aquí entre nosotros,
en la tierra.
Un alma tan profunda
certera y cálida,
poseedora de semejante
pluma, voladora de
justicias y valentía,
no podrá dejar de escribir
en la mente de los que
todavía sostenemos
valores inclaudicables
por los que luchar.
Se fue su pluma
vestida de humanidad
hacia el mundo de
las letras, y el lenguaje
con sus sentimientos nobles
lo espera, para
que su memoria sublime,
descanse en paz...
Autoría: Raquel Norma Smerkin Roitman
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