ya entrada la madrugada
nuestros brazos
serán dos inmensas alas,
se enlazarán por los aires,
surcarán los cielos,
traspasarán las nubes
más altas en su vuelo...
Dos seres que se aman
abrazados con sus dos alas
pintarán el espacio
de los colores del alma...
Esta noche,
mientras Dios descansa
nos elevaremos tan alto
que lo alcanzaremos despacio...
Escucharemos su respiración,
la respiración bendita de Dios,
escucharemos el latir
de su corazón,
el corazón de Dios...
Esta noche, mientras
la brisa se hace
trozos de neblina humedecida,
nos verá pasar tan unidos
y de nuestras alas abrazados,
que nos confundirá con
dos ángeles,
ángeles perdidos y enamorados
en el espacio,
que él mismo con su misterio
eterno y sabio...
ha creado...
Autoría: Raquel Norma Smerkin Roitman
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