Morir contigo...

Morir contigo...
perder la conciencia
juntos,
de este mundo
para internarnos,
entre suspiros y
arrebatos profundos,
en el otro mundo,
el mundo de la pasión.
Morir contigo,
esa muerte oportuna,
que nos lleva
sin duda,
a unirnos mucho más
en el amor.
Morir suavemente,
como saben ser
esas muertes
en donde cae el alma
en el valle
de las sensaciones,
para llevarse al cuerpo
que clama
más y más amor,
a montones.
Inundarnos de este cariño
muriendo uno en el  otro,
suspendiéndonos
en el espacio del goce,
en el espacio pleno
de las pasiones.
Morir contigo,
a cualquier hora
con el abrigo de
estos puros sentimientos,
morir contigo,
hasta que Dios
nos suplique,
desde lo infinito,
que nuestro amor
en lo eterno,
se multiplique.
Morir contigo,
es resucitar
en la creación...
es amar plenamente
la gracia del amor...
Autoría: Raquel Norma Smerkin Roitman