no te lamentes luego,
aunque no sea valorado
tu amor y esfuerzo,
soltastes palomas
de luz,
y vuelven a ti,
encendiendo tu alma
como si fuera
un gran lucero.
Si das lo mejor
que tienes,
y sientes que
rebota sin respuesta,
sin reciproco cariño,
no te arrepientas,
recuerda que tienes
mucho para dar,
y la dicha te llenará
de felicidad.
Si das, darás
lo que realmente tienes,
no más,
no podrás entregar
de lo que careces,
nadie nada te robará.
Seguro que por la mañana
te despertarás
con trinos en el pecho,
ellos serán los cantos
que largaste a los cielos,
serán tus actos de
generosidad,
que no tienen precio.
Cuando ellos te cubran
de satisfacción el alma,
verás que el ser
más rico de la tierra
podrás llegar a ser.
Si das...
será de corazón
y sin esperar
por ese acto de amor
jamás, pero jamás
recompensa...
Autoría: Raquel Norma Smerkin Roitman
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