con tu ventarrón de pasión,
con tu hermosa locura...
me estás enseñando a amar...
Soy tu discípula fiel,
jamás voy a dejar de asistir
a tus bellas clases de amor...
En cada gesto,
en cada sonrisa,
en cada enojo,
en cada entrega,
me demuestras que me amas...
Sabes dar tu ser entero
con todo el corazón,
late tu cuerpo junto a tu alma,
y en caricias sinceras
tu sentimiento se desarma...
Me estás enseñando a amar
yo quedo tan pequeña
al recibir tanto tesoro
que me lleno de emoción...
Rebalsa mi espíritu
con este contenido tan
puro y tan sentido,
rebalsa mi espíritu
de recibir tanto amor...
Me estás enseñando a amar...
creo que nunca podré llegar
a aprender,
esta forma de dar sin restricción,
sin obligación, por propia decisión,
a mi ser, todo tu ser...
Autoría: Raquel Norma Smerkin Roitman
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