No apagues tu luz...

No apagues tu luz,
mariposa nocturna
de alas frías,
no pases tan de prisa
sin reflejarme
tu volar tenue
y tu brillante sonrisa...
No me dejes a oscuras
que mi propia luz
no alcanza,
para envolver mi
vivir en esta locura...
Vuelve a iluminarme,
ni intentes retirarte,
eres un candil
cubierto de fe
en el mismo aire,
eres relámpago y ternura,
eres la energía
y la sabiduría,
no me dejes de ti
a oscuras...
mariposa nocturna
de las alas frías...
No me ves esperando
contigo levantar vuelo,
no me vez con alas
coloridas, para visitar
las flores
que nos necesitan...
No apagues tu luz...
enciéndeme una y otro vez
juntemos nuestras alas
y volemos de flor en flor
después...
Después que el alba
nos bese,
después que otras mariposas
tan nocturnas y frías
nos esperen...
No apagues tu luz...
te contaré con mi vuelo
como todos los días
encuentro en la naturaleza
un nuevo esplendor...
te contaré de donde vienen
las mieles de la felicidad
y el amor...
Y tú me contarás tantas
cosas hermosas como yo,
y tú me contarás como
es que nos esperan las rosas
para llenarnos en
ese recíproco recibir y dar
de tanto amor...
No apagues tu luz,
que hay mucho por alumbrar...
Autoría: Raquel Norma Smerkin Roitman