No quiero que me digas
cuanto me quieres,
y que luego
tu indiferencia
estalle en rabia,
no quiero que me acaricies,
para luego
odiarme con la mirada.
No pronuncies palabras
que se pierden en
actitudes que no responden
a un alma enamorada.
No quiero perderme
en el desconcierto
de mi espera y tu ira
descontrolada.
No quiero que muera
en cada flor,
un suspiro que no
pudo salir del dolor.
Se lo que no quiero
en forma tan clara
que bastaría con
descartar todo ello,
para que quede
lo que sí quiero,
para mi alma.
Quiero saber
con certeza,
y comprobarlo
día a día,
que soy en verdad
tu persona elegida,
que no me cambias
por nada,
que me quieres
profundamente,
más allá de la apariencia,
más allá de las palabras.
Quiero enterarme
que sueñas conmigo
como ilusión amada,
que juntos cruzaremos
los límites
del tiempo, del espacio,
de la nada...
Autoría: Raquel Norma Smerkin Roitman
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