Hei, háblale bajo al corazón,
que si le vas a decir verdades,
lo conmueven tanto
que puede pegar un gran salto
y caer un un abismo de locura...
Hei, dile lo que sea
en tono suave y sin agredir
ni una fibra de sus tejidos,
pobre corazón que a veces
por el dolor, niega la verdad
se enceguece para no sufrir,
su propio destino...
Hei, murmurale con dulzura
aquello que no quiere oir,
dícelo de a poco,
para que siga su latir,
no lo mates de golpe
con un susto enorme,
no lo invites a morir...
Hei, él te está pidiendo
que seas fiel compañero
pero no por eso
lo aplastarás contra
tu pecho,
respétalo, porque es sincero,
y quiere de ti
las más puras intenciones,
dile todas las verdades
que necesita saber,
pero ten en cuenta
que debe seguir viviendo,
no lo despedaces en un apuro
inhumano y horrendo...
Hei, tu corazón te espera,
se lo más tierno y comprensivo,
que puedas...
ámalo como nunca
dícelo todo,
y recuerda que tiene que seguir vivo...
Sabes cuantas veces
en su marcha constante y fiel
se jugó por vos...
Hei, háblale bajo al corazón...
no lo apures ni grites
en su dolor...
Autoría: Raquel Norma Smerkin Roitman
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