Siento que es tarde,
me acongoja el tiempo,
cae la tenue cortina
que separa del presente,
los recuerdos...
Sin embargo estoy viva,
y mi sangre calienta
las tardes, las noches
y los días...
En un refugio del amor
se acurrucó el anhelo,
en un hueco del sendero
quedó latiendo el corazón,
en una pequeña playa
de gris arena sin sol,
quedó el poder del amor...
Qué sola de fantasías estoy,
qué sola de futuros floridos,
qué sola de campos fértiles
para nuestros sembradíos...
Siento que es tarde...
Sé por la cronología
incesante del tiempo,
que es tarde,
pero le diré a mi
tiempo interno que venga
a rescatar mi ilusión,
que convierta en ahora,
esa fuerza que parece
amainar...
Siento que es tarde,
pero a trasluz,
desde el ventanal de mi vida,
observo tu boca querida
que se abrió para besarme...
De qué tiempo puede hablar
este gran sentimiento,
firme, compañero, amante,
amigo insobornable
a través de todos los instantes...
Autoría: Raquel Norma Smerkin Roitman
me acongoja el tiempo,
cae la tenue cortina
que separa del presente,
los recuerdos...
Sin embargo estoy viva,
y mi sangre calienta
las tardes, las noches
y los días...
En un refugio del amor
se acurrucó el anhelo,
en un hueco del sendero
quedó latiendo el corazón,
en una pequeña playa
de gris arena sin sol,
quedó el poder del amor...
Qué sola de fantasías estoy,
qué sola de futuros floridos,
qué sola de campos fértiles
para nuestros sembradíos...
Siento que es tarde...
Sé por la cronología
incesante del tiempo,
que es tarde,
pero le diré a mi
tiempo interno que venga
a rescatar mi ilusión,
que convierta en ahora,
esa fuerza que parece
amainar...
Siento que es tarde,
pero a trasluz,
desde el ventanal de mi vida,
observo tu boca querida
que se abrió para besarme...
De qué tiempo puede hablar
este gran sentimiento,
firme, compañero, amante,
amigo insobornable
a través de todos los instantes...
Autoría: Raquel Norma Smerkin Roitman
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