lunes, 4 de abril de 2011

Cuando estás con un amigo...


Cuando estás con un amigo,
sientes que estás como
hablando a  solas,
en un diálogo profundo,
no temes ser abandonado
por su cariño,
ni ser juzgado, ni burlado...
Cuando estás con un amigo,
te reflejas en su alma,
te abres como una flor,
lo hace por las mañanas...
Cuando estás con un amigo,
el desahogo es tan profundo
que tu corazón se recupera,
toma fuerzas y vuelves
a creer en la comprensión,
en el amor, reencontrando la fe...
Cuando estás con un amigo,
comparten sueños, espacios,
tiempos y muchos recuerdos,
es como si recibieras
en las venas,
una dosis de ternura
y te bebieras todo el sol
para saborear
la magia de la locura...


Cuando estás con un amigo,
todo se torna agradable,
te sientes totalmente comprendido,
tu corazón de par en par
se abre...
Cuando estás con un amigo,
te da lo mismo,
la mañana, la noche o la tarde,
cualquier horario es hermoso
para todo el afecto brindarse...
Cuando estás con un amigo,
te pierdes en esperanzas,
olvidas los imposibles,
porque te infunden confianza,
Cuando estás con un amigo,
amigo de esos de verdad,
juntas fuerzas
y con el amor que se sienten,
tratas los problemas que
te aquejan, superar.
Cuando estás con un amigo,
hay una fiesta en tu alma,
te llenas de energía
y más que nunca
tus poros se abren a la vida,
y tu pecho, como el de una paloma
que busca miguitas y agua,
de gozo canta...
Autoría: Raquel Norma Smerkin Roitman

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