Allí, en donde crece el sentir
de un poeta,
en ese lugar donde el amor
a manos llenas se cosecha,
en ese espacio no abandonado
jamás por la luna,
y en el cual el sol nos
invita a refigiarnos
en su sombra...
Allí, en donde se hace
un puente entre
la emoción y el corazón,
desbordando en letras
una sublime intención
de plasmar del amor
lo mejor...
Allí, en el sitio abandonado
por el hastío y el letargo,
resurge en la paz
del pensamiento,
un poeta que se multiplica
en versos,
un poeta que reinventa
al universo de un color
azul intenso...
Allí, en donde no hay
secretos para la inspiración,
no hay odios ni rencores,
no hay sentimientos opresores,
hay tan sólo poesía pura,
esa que nuestra alma procura,
para aliviar su dolor,
para aislarse del mundo terrenal
y su pesada carga...
Allí donde se evaden los seres
que quieren morir soñando,
donde las ilusiones
encuentran su lugar preciso,
allí, en donde Dios quiso
que esté la prosa morando,
allí en donde crece el sentir del poeta...
En ese espacio intocable e iluminado
por lo eterno y sagrado...
Porque jamás... morirán los versos
que del alma salieron,
se eterniza la poesía
en su magnánimo encuentro
con el lenguaje y el sentimiento...
Entonces el poeta crece y crece
mientras su espíritu romántico
y viajero,
se transforma en inmortal verso...
Autoría:Raquel Norma Smerkin Roitman
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