Escúchame, que aún tu y yo estamos vivos...
de Raquel Norma Smerkin Roitman
Escúch ...ame aunque corra la hora
y se te vuelva la noche por encima
de tu tiempo,
escúchame aunque se te haga
tarde
préstarme tu alma,
aunque sea por un momento,
porque a ella es a la que quiero
hablarle.
Siéntate con la voluntad
que le pone el silencio
a un dulce pesar,
con la armonía del viento
cuando pasa suave,
y nos alivia del calor sofocante.
Escúchame como si fuera
mi voz la primera,
que en tu vida escuchaste,
préstame también tu corazón,
él debe saber de las cosas del amor.
Penetra en mi, tu atención,
traspasa mi sentir...
y mírame fijamente,
que ya sin pronunciar palabra,
te lo dije todo completamente.
No te distraigas amor,
ya entraste muy dentro,
ya mi ser se transformó
en fibra de tu aliento.
Escúchame, porque mis sentimientos
están esperando, y hacen
sus fuertes reclamos,
Escúchame con o sin palabras,
con o sin llantos,
con o sin gemidos,
con sonrisa, con intensos latidos,
hasta que entiendas
la necesidad de compartir contigo,
este amor inmenso que siento,
más allá de nuestro recuerdo,
más alla de nuestro olvido...
Escúchame que aún tu y yo...
estamos vivos...
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