Jardines diesmados por vendavales fuertes...

Hoy tengo la dimensión
de la tristeza y la alegría,
de la ignorancia
y la sabiduría,
del amor y el desamor...
Hoy se iluminó mi sentir,
y entre dos fuegos
pudo mi ser
al mundo discernir.
Hoy pensamiento
y sentimiento,
se unieron,
para elevarse muy alto,
y poder comprender
lo incomprensible,
poder alcanzar
lo inalcanzable,
y poder escuchar
lo inaudible...
Ante tanta vaguedad
tuve la gran necesidad
de ordenar las cosas,
quise calmar mi alma
haciendo que no mueran
de los jardines de la palabra
las últimas rosas...
Hoy se desesperó mi corazón
ante tanta vergüenza desolada,
y sufrí hasta el descontrol,
cuando la primer estrella
empezó a perderse
con una luz tenuemente rosada,
esa misma estrella
que se dirigía hacia la muerte...
Por ello me fui urgente
a cuidar los jardines
para que no fueron diezmados
por vendavales fuertes...
Hoy suspiro en mi angustia,
pero me creo mi propia esperanza
en pensar que todo mal pasa
pero queda de ello
un mensaje de amor
que va más allá de las circunstancias.
Autoría: Raquel Norma Smerkin Roitman