El silencio de la rosa
es su sufrimiento,
le han robado
por las noches,
el ángel de los rosales,
la han dejado sin sueños,
y sus pétalos de tristeza
al suelo se caen...
El silencio de la rosa,
no es por no recibir
agua ni aire,
es porque le han robado
por la noche,
el ángel de los rosales.
Dónde irán sus aromas,
en que lugar colocará
su magnánima estampa,
si ya no tiene al ángel
que por las mañanas
de belleza la encanta...
El silencio  de la rosa
es un silencio latente,
puedes ver como sufre
su perfil de flor,
cuando le cae la noche
y recuerda la torpeza
de aquel que su ángel robó...
Rosa solitaria y sin esencia,
rosa que fue despojada
de sus maravillosos dones,
por confiar en las palabras
de los que usurpan
primaveras e ilusiones,
aquellos que dejan diezmada
el alma por entregar
su confianza,
a los que por los jardines
y en punta de pie,
por las noches calladas,
se acercan a las rosas  indefensas
dejándolas sin el ángel
que les da su estupenda belleza...
Autoría: Raquel Norma Smerkin Roitman