miércoles, 7 de septiembre de 2011

Apareció la vida delante de mis ojos...

Tu alma era como párpados abiertos
mirando con asombro la vida,
tu espíritu volaba dentro de mi
para subirte lentamente
a mis sentimientos,
tu mirada, un gran cielo
que aspiraba a beberse el universo...
Todo estaba dentro de ti,
todo lo tenías incorporado
como esencia de la esencia
de todos los misterios...
Así fue como apareció la vida,
delante de mis ojos
la vi crecer de a poco,
vi como se tejía en mi regazo
la razón y sinrazón de los días,
destilaba esa tela el amor
de la creación,
fuertes nudos con hilos dorados
pude apreciar en las terminaciones
de un tejido tranzado de alegrías
y dolores.
Apareció la vida delante de mis ojos
porque la descubrí serena
como expectante a mi hallazgo,
y yo me trepé a ella sin reparos
saboreando su esplendor...
Qué sortilegio indefinible
la puso delante de mí,
qué maravillosa experiencia
quiso el destino que yo vea
para no olvidarla nunca,
para seguir tejiendo
de ese hijo sagrado
que la vida con sus
enlaces sagrados
va tramando, va componiendo...
Apareció la vida delante de mis ojos
y era como si en esos momentos
toda la humanidad estaría naciendo...
Autoría: Raquel Norma Smerkin Roitman
7.09.2011

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