lunes, 19 de septiembre de 2011

Hacia lo inminente...


Despoblada la razón
de ideas,
desolado el corazón,
porque le cuesta
subir ya sin aire
esta dolorosa cuesta...
Gime el alma
ante la desesperación
de una noche
eternamente larga...
La angustia se comió
la calidez, la prudencia,
y quedó tan sólo una piel
desprotejida, resquebradiza
y áspera...
En carne viva se vive
la muerte de los que se aman,
vamos muriendo esas muertes,
hasta que el alma
dice basta...
Del polvo venimos,
al polvo vamos,
pero quedamos exterminados
en ese trayecto
que el que siente observa,
velando sus propios sentimientos...
Despoblada la razón de ideas,
tan sólo el sonar de una sirena
que anuncia urgencia,
que anuncia inminente desenlace...
Un lento desarmarse se siente,
cuando pasan las horas
y la espera crece
en un abismo letargozo,
sumergido en el barro todo,
el devenir del tiempo
se rompe por un momento,
se paraliza el mundo
junto a un corazón
que busca su reposo...
Dolor y dolor sin control,
hasta que estalle
ese cruel desastre
que es perder lo querido,
que es besar las manos
del que tanto ha sufrido...
Autoría Raquel Norma Smerkin Roitman
18.09.2011

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