Raquel Norma Smerkin Roitman
Esta sensibilidad que me agobia, ya no es sentir ni dolor ni alegría, es como si estuviera el alma en carne viva, si es que se le puede llamar carne a eso que la cubre y no la deja estar en la intemperie... Pues ahora, mi alma a la intemperie está, llena de heridas que me sensibilizan, y mi corazón parece un revuelo de palomas desesperadas buscando amor... Di entonces que me amas...
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