No me queda más que soñarte...

En mi soledad de amor
recuerdo la intensidad
de esos sentimientos
que alguna vez sentí,
como huracán
en el pecho...
Hoy mi calle de ilusión
es un destierro,
vacíos rincones de cariños,
congelados lazos de pasión...
Que triste es ver morir
lentamente al amor...
noches desiertas de besos,
cintura rígida en las sombras,
cuerpos echados al olvido,
en un país vacío y sin sol...
No me queda más que soñarte
dulce sentir que llenaste
mi alma, mi vida... ahora eres herida...
Eres reminiscencia que aún duele...
el no tenerte,
el saber que has quedado
en el pasado,
de los que en tu copa
ya no beben,
y  una de ellas
lamentablemente soy...
porque del amor no bebo hoy...
No me queda más que saludarte
desde la ventanilla de mi fantasía,
alzo mi pañuelo lleno de lágrimas
por la pérdida del amor vertida...
Soy una de las tantas almas dolientes
que comparten la nostalgia
del amor ausente...
Por las madrugadas
se que me faltas y como me faltas...
no me queda más que soñarte
envuelta en una pequeña luz de esperanza...

Autoría: Raquel Norma Smerkin Roitman