Cómo podría entrar a tu principado, soy pobre y no tengo la altura de tu rango, si soy tan sólo una vasalla del amor. Me esperas con todos los honores, pero yo no tengo tu estatura de noble, no soy parte de tus ceremoniales, tan sólo aspiro a ser una humilde visitante, ni hablar de futuras coronas, tan sólo soy una vasalla del amor... Nunca tuve un caballo alado, ni fui la estrella de un cuento soñado, en dónde los duendes protegían mi alma de feroces tormentos... No me hallaría junto a tu estirpe noble, no quise tener, ni tengo un cobre, ni siquiera una dote que tiente a un buen postor... Aquí estoy sin ningún atuendo, con traje de aldeana que va al arroyo a lavar su cara... Debes de ser muy valiente como para igual quererme como la compañera de tu corazón, sabiendo que soy una vasalla del amor... Mis riquezas son tan limitadas y a la vez tan inmensas, que más que pobrezas parecen cajas secretas llenas de oro y plata. Mis riquezas son mis sentimientos, como vasalla del amor no me quejo, porque en la inmensidad de mi pobreza, soy dueña de tanto pero tanto amor... Autoría: Raquel Norma Smerkin Roitman Vasalla del amor... |
sábado, 19 de marzo de 2011
Vasalla del amor...
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