martes, 15 de marzo de 2011

No vengo a deslumbrarte...

No vengo a deslumbrarte,
ni a encender luceros
en tu cabellera,
no vengo a mostrarme
como la más hermosa primavera...
Tan sólo quiero
entrar en tí y que tu entres en mí,
como lo hacen los paisajes en
el invierno del frío rocío...
confundirnos en un sólo sentimiento,
sin palabras, pero con un único aliento,
compartido en la agonía,
compartido en la tristeza,
compartido en la alegría...
Vengo por tu alma entera,
la mía te ofrezco de la misma manera...
No vengo a deslumbrarte,
tu eres mi luz,
mal podría iluminar tu corazón
sin tu candil de amor...
Savia de mi savia,
corazón de mi corazón,
somos seres de latidos mezclados
y de esa maravillosa mezcla,
construimos una mágica melodía,
con su música, con sus ocultas letras...
No vengo a deslumbrarte...
tan sólo quiero
que traduzcamos tanta belleza,
la que juntos creamos
porque cuando nos juntamos
somos seres mágico,
porque cuando nos juntamos
se produce el milagro de ser
tú en mí, yo en ti,
cuando nuestros latidos mezclamos.

Autoría: Raquel Norma Smerkin Roitman



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