lunes, 28 de marzo de 2011

Abandóname a mí, si quieres...



Abandona mi piel,
mi voz,
mi espera,
y mi adiós,
pero no abandones
lo que te entregué,
no abandones
el ser que fui para ti...
Abandona esas cosas
que no hacen a la
esencia del amor,
pero no abandones
aquello que hizo
que se sintiera el latido
del corazón...
Abandona las consecuencias
que nos dejó este amor, esas
miles de circunstancias
para ponernos a prueba,
pero no abandones las causas,
los motivos profundos
por los que nacieron
nuestros sentimientos
para unirnos en este mundo...
Abandona si quieres
mi sonrisa, mi modo,
abandona todo lo trivial
paro no abandones
mi esencia.
No abandones eso que te hizo
amarme, eso que te hizo pensar
que y no era con nadie
comparable...
Abandóname a mí, si quieres,
pero no abandones
este ayer, hoy y siempre
en el que nos sumergimos,
lo sustancial que tuvimos,
el eterno amor
en el que creímos,
abandóname a mí, si quieres...
pero no abandones lo nuestro,
ese mundo de a dos que construimos...
Autoría: Raquel Norma Smerkin Roitman

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