sábado, 5 de marzo de 2011

El amor es tan frágil al pecado...

No transformemos esta ternura apasionada
que aflora tímida para ver la alborada,
en pecado carnal, en grotezca impunidad...
El amor es tan frágil al pecado...
porque lo suele rozar en su fuego,
lo suele entibiar en el prohibido recuerdo...
El amor no tiene espacios destinados,
pertenece a la misma naturaleza,
y a los cielos se elevan
llevándose a los enamorados...
No es lamento liviano,
ni pesada carga como la que Cristo
al monte fue llevando...
No transformemos las ansias de amar
con suma pasión, con fuetes ganas,
en impúdicos designios del castigo de Dios...
El amor es el mismo Dios
que cuida y ampara su destino,
cómo hemos nosotros de ensuciar
su camino,
en qué barro lo haremos caminar
para que su reluciente andar
ya no quede limpio...
Ya ves que el amor es
tan frágil al pecado,
que con tan sólo no respetarlo
en su total dimensión,
que con tan sólo ofender su marcha,
lo convertimos en sobrantes
de vidas desencajadas...
El amor es frágil al pecado,
Adan y Eva perdieron su poder,
quedaron sólos en el Eden,
porque no supieron respetarlo,
porque lo transformaron
ellos mismos en pecado...
La ingenuidad murión
allí hace tiempo,
junto a Eva y Adan...

Autoria: Raquel Norma Smerkin Roitman




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