Tienes el don maravilloso
de pintarme el corazón,
pasas por mi cielo
pintándome los anhelos,
los sentimientos,
mi alma y el cuerpo entero...
De dónde vienes
nunca me quieres responder,
cuál es tu cielo
no lo sabré,
pero siento tus pinceladas
de colores en mis días...
Tus blancos son níveos,
tus azules divinos,
tus verdes esperanzados,
tus celestes iluminados...
En tu rojo yo me encuentro
desbordando de pasión,
le temo a la sangre
que gotea de tu pincel,
pero igual píntame
del color que se te antoja,
píntame la boca,
los ojos,
las mejillas,
mi cabello, mis lunares,
más no te olvides
de dejarme impregnada
de tu vida,
de cubrirme con tu armonía,
de todos los colores
de tu paleta maestra
no dejes de pintarme...
que mis sentimientos
de mí se salen
para contigo quedarme...
No importa de dónde vienes
ni quien eres,
no dejes de pintarme...
Autoría: Raquel Norma Smerkin Roitman
5.08.2011
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