Un alma como la tuya

Un alma como la tuya
no  merece
vagar por soledades,
ni mojarse en aguas turbias,
ni ocultarse entre tinieblas,
ni llorar con lágrimas secas...
Un alma como la tuya
que aunque desolada, comprende
que hay muchas más
almas dolientes...
Alma generosa que  aunque
está sola,
no se resigna,
sigue buscando ese espacio
que le devolverá la alegría...
Un alma como la tuya
tan limpia, tan diáfana
debería recibir la cósmica justicia
de encontrar esa justa alma,
que la nutra de amor, y
que con su afinidad hacia tu alma,
la haga brillar con la suavidad
de una fina porcelana...
Un alma como la tuya...
querida y tan preciada...
no puede quedar en el olvido,
sin ser valorada...
sin ser amada...
Un alma como la tuya,
¡ojalá sobraran
en el universo, almas tan caras!
Alma, no sientas que ya acabó
tu búsqueda desesperada,
que es tan especial
lo que emanas,
que ya vendrá esa alma
que quieres encontrar,
a fundirse con tu alma...
Cuando sientas la presencia
de lejanas arpas
tañer dentro de tu espíritu
una melodía que
con sus notas embriaga...
no busques más
que ya ha llegado esa alma...

Autoría: Raquel Norma Smerkin Roitman