miércoles, 26 de enero de 2011

Desde la impotencia

Me hierve la cara de rabia,
se me entrecortan las palabras,
me indigna esta soledad
que me asiste sin piedad.
Y quedo yo frente al espejo
que ni siquiera  miro...
en el cual, jamás me observo...
Y quedo llena de una injusticia
que sabe a cosa muda,
que sabe a ilusiones perdidas,
a grandes espectativas
que como globo de gas
se pincharon, dejando
desinflada la ansiedad
y la dicha...
Como proyectar sin voluntad
y con mucho miedo a perder...
es que no creo en ese poder
que yo misma me convencí
que tenía.
Llegó la hora de blanquearme,
de enfrentarme conmigo
y convencerme de mis límites,
de mis posibilidades.
Qué hora más angustiosa,
tendré que transitarla
con sinceridad y de frente,
como cuando se baten a duelo
dos contrincantes...
Temo que haya sido todo
un sueño, del que quise
ser su primer protagonista,
y que al despertar
aparezca sin reparos
toda mi verdad...
Que momento tan duro
llegar con la realidad
apretada en un puño...
Desde la impotencia
quiero juntar fuerzas,
no tengo otra alternativa,
desde la impotencia
en vez de gritar con furia,
me haré cargo de mis dudas,
y me enfrentaré
a ese espejo
en el que nunca me miro,
en el que jamás me observo...

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