y uno dientes te muerdan
la conciencia, o
el vacío frío te inunde de ansiedad,
elígeme siempre...
No divagues con torpes fantasías
que te alejen de mis noches tibias,
no permitas que te aparten
de mi, los problemas de la vida...
elígeme siempre...
Ante la nieve blanca
que se desliza de la montaña,
ante la envidia que se impone
como una burlesca farza,
ante cualquier situación que
se interponga entre nosotros,
elígeme siempre...
No dudes en elegirme,
que entre lo que tienes
y lo que te falta,
el saldo dará positivo
en tu balanza...
Recuestate en las sábanas blancas
de mi cariño, que te miman,
que te aman...
si cuando hace frío te abrigan,
y ante el calor, te apantallan.
Nunca cambies el amor
por esas alevosas trampas...
Aunque se tientes tus entañas,
y un calor húmedo empape
tus deseos...
sigue mis pisadas y...
elígeme siempre
no se arrepentirá tu alma.
Autoría: Raquel Norma Smerkin Roitman
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